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Full text of "Arte de las putas, poema"

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PRESENTED TO 

THE LIBRARY 

BY 

PROFESSOR MILTON A. BUCHANAN 
OF THE 

DEPARTMENT OF ITALIAN AND SPANISH 
1906-1946 



.! 



•¡I 



4 



11 



;;;! 



MORATIN 



POEMA 

AUora por primer* vez impref^a. 




MADRID. MDCCOXOVIII 



ITALIA-ESPAÑA 




EX-LIBRIS 
M. A. BUCHANAN 

J 



Digitized by the Internet Archive 
in2015 



https://archive.org/details/artedelasputaspoOOmora 



ARTE DE LAS PUTAS 



TIRADA DE 

CINCUENTA EJEMPLARES 



DIEZ PESETAS UNO 



ARTE DE LAS PÜTAS 



POEMA 



LO ESCRIBIO 



NICOLAS FERNANDEZ DE MORATIN 

Ahora por primera vez impreso. 



4838C9 

MADRID 

1898 



i 



ADVERTENCIA 



No se imprime este célebre poema con 
el objeto de aumentar el ya largo y ver- 
gonzoso catálogo de libros pornográficos. 
Una cortísima tirada, destinada sólo á 
algunos bibliófilos que, con el fin de 
«vitar las copias, siempre y cada vez más 
defectuosas, deseaban poseerlo,. es. la ra- 
zón de que ahora aparezca en letra de 
molde. Creen algunos que ya fué estam- 
pado en el siglo anterior; pero no hemos 
visto ningún rjemplar impreso. 

La copia manuscrita que ha servido 
para esta impresión es bastante defectuo- 
sa. Fué hecha por un extranjero en 1813 



6 



ADVERTENCIA 



y no dejaría de añadir algunas faltas á las 
que ya tuviese el texto de que se haya 
servido. Otras serán, sin duda propias del 
autor, quien, como es sabido, era poeta 
bastante desigual é incorrecto á veces. 

Respecto de que éste fuese el famoso 
D. Nicolás Fernárdez de Moratín parece 
indudable. Así lo manifiesta él mismo en 
dos pasajes del poema, y así lo creyeron 
también sus contemporáneos. D. Tomás 
de Iriarte, amigo del famoso FhtmisbOj lo 
declara expresamente en un Vejámen que 
compuso sobre una poesía leída por Mo- 
ratín en 1777, en la Sociedad Económica 
Matritense, diciendo: 

Aquel dulce Moratín 

• •• 

que á Hormesinda y á Guzmán 

cantó en lerguaje morisco; (1) 

y por Vía estro de un arte 



(1) Alude el poeta á las dos tragedias de 
D. Nicolás tituladas Hormesinda y Guzmán 
él Bueno, 



ADVPmTRNCTA 



muy semejante al de Ovidio, 
ha visto inmortalizados 
sus versos v su apellido 
en las puertas de los templos 
no menos que en un edicto. 
Y en la nota á este pasage añadía el 
malicioso Triarte* «Moratín compuso un 
poema intitulado: Arte de las ¡netas, que 
se ha prohibido.» 

Efectivamente en el Indice ex piirri ato- 
rio impreso en Madrid en 1844, página 
26, se lee: Arte de las putas: poema ma- 
nuscrito en 106 páginas, así intitulado. 
Se divide en cuatro cantos: el 1.^ empieza: 
Hermosa Venus que al amor presides] y 
el 4.^ acaba: El dulce Moratín fué mi 
maestro. — Edicto de 20 de Junio de 1877.» 

Aparte de ésto, el estilo del poema está 
claramente acusando la mano del cantor 
de Dorisa, á quien nombra al principio é 
indica en otros lugares de su obra. Sobre 
la época en que el Arte fuese compuesto, 
un bibliófilo muy inteligente nos mani- 
festó tener un vago recuerdo de haber 



8 



ADVKETKNCIA 



visto otro manuscrito fecha en 1772 y no 
hay, á nuestro juicio, motivo para recha- 
zar, esta fecha como aproximada. Haylas, 
sí, para negar que fuese obra de la prime- 
ra juventud del poeta, quien lo escribiría 
siendo estudiante en Valladolid. Las con- 
tinuas referencias á cosas y personas muy 
posteriores á 1759 en que vino á Madrid, 
ya casi terminada su carrera de abogado, 
excluyen aquella hipótesis. Así habla, por 
ejemplo, de los bailes de máscaras en el 
teatro de los Caños del Peral que, como 
es sabido, no fueron establecidos por el 
conde de Aranda hasta 1767 y cesaron 
en 1773; y cita algunos toreros como Cán- 
dido y Pedro Romero que, según cree- 
mos, no empezaron á trabajar hasta el úl- 
timo tercio de aquel siglo. 

Además de la larga y curiosísima lista 
de prostitutas madrileñas que contiene el 
canto II del poema, se mencionan en di- 
versos lugares del mismo otras personas 
entonces vivas como los toreros Pascual 
Brey, Marchante, Gramero, el Mulato^ 



ADVERTENCIA 



Pernando, picador de toros; los médicos 
Urbina, Juan de Dios y Talayera; la La- 
venana, có mica; D. Felipe de Castro, es- 
cultor; D. J. Inza, pintor; Paco el boti- 
cario, bailarín; Carrera?, inüsico; Moya, 
tirador de escopeta; Dionisio, caballista 
ó picador; un tal Bragazas, tirador de 
barra y algún otro. 

Del mérito y carácter de la obra nada 
hay que decir: su extensión no es tanta 
ni su estilo tan confuso que exija comen- 
tario. La imitación áol Arte de amar, de 
Ovidio, es patente en muchos pasajes, co- 
mo aquel en que señala los lugares más 
adecuados de la corto para hallar mujeres 
de biteyi trovado^ que decía el Arcipreste 
de Hita. A Quevedo imita y hasta copia 
en algunas sentencias satíricas como la 
chistosa de los cuernos. Pero muy espe- 
cialmente imita, en la larguísima enume- 
ración de rameras madrileñas, á otro cé- 
lebre poema del siglo XV titulado: La 
Caraj ¿comedía j impreso en Valencia en 
1519 y reimpreso, con otras poesías de 



ADVERTENCIA 



igual clase, en Londres, en 1841 con el \ 
título de Cancionero de obras de burlas 
provocantes á risa. ' 

El Arte de las putas quedó incompleto: 
en los últimos versos se promete un canto \ 

Vy que según toda probabilidad, ni com- 
puso ni pensó en componer el poeta. Las 
dimensiones que hoy, tenía en ] 777 cuan- ; 
do fué puesto en el Indice^ y entonces ya , 
no se curaba D. Nicolás de trabajos de \ 
esta naturaleza. \ 
Y aquí debíamos de terminar esta ad- \ 
vertencia, porque no es fácil disculpar al "\ 
autor que, como Moratín, se entretiene en | 
escribir semejantes obras. Pero no pode- 
mos menos de declarar que la presente ■ 
dista mucho de parecerse á las que hace | 
brotar la perversidad moderna. Es el de | 
Moratín un poema brutal y grosero; pero I 
no creemos que peligroso: el tono zumbón \ 

ó irónico que domina en todo él le hace j 
parecerse más á aquellas composiciones i 
que en nuestro antiguo Parnaso se lia- | 
biaban de burlas, que á las que produjo ] 



ADVERTENCI V 



11 



en todos tiempos la refinada lascivia fran- 
cesa é inglesa. No son muchos ni muy 
extensos los pasajes de franca obscenidad^ 
ni ésta se presenta con carácter atractivo 
ó simpático. De todos modos, unos cuan- 
tos ejemplares impresos de este divertido 
disparate poético, no ponen ni quitan ma- 
licia en el mundo. 



. JA 'JA /A 1'/. 'JA JA : 



v^'JA^ JA'jj^''jy:i 



ARTE DE LAS PUTAS 



CANTO PRIMERO 



HERMOSA Venus que el amor presides^ 
y sus deleites y contentos mides, 
dando á tus hijos con abiertas manos 
en este mundo bienes soberanos: 
pues ves lo justo de mi ijoble intento 
déle á mi canto tu favor aliento, 
para que sepa el orbe con cuál arte 
las gentes deberán solicitarte, 
cuando entiendan que enseña la voz mia^ 
tan gran ciencia como es la putería. — 
Y tú, Dorisüy que mi amor constante 
te diVnaste escuchar, tal vez amante^ 



14 



FERNÁNDEZ DE MORATIN 



atiende ahora en versos atrevidos 

<3Ómo instruyo á los jóvenes perdidos, 

y escucha las lecciones muy galanas 

que doy á las famosas cortesanas. 

Mas ya advertido mi temor predice 

que al escuchar propuestas semejantes 

tu modesto candor se escandalice; 

pues no, Dorisa bella, no te espantes 

que no es como en el título parece, 

en la sustancia esta obra abominable. — 

Por mí la serie de los tiempos hable; 

pues siguieron las mismas opiniones 

todos los siglos, todas las naciones, 

j hallarás en el mundo practicados 

mis dogmas por las gentes m-^.s ilustres 

de entrambos sexos; no permita el hado 

que la obscena maldad ninguno aprenda 

siendo yo su maestro; el que aun no entienda 

del rígido apetito, no me lea 

á no ser que advertencias pretendiese 

del mal para evitarlo, pues cogido 

puede un incauto ser muy fácilmente, 

del contrario que no es bien conocido. 

Así como se informan los pedantes 

de Galeno y de Lárraga, estudiantes 

del homicidio, estupro y adulterio. 



ARTE DE LAS PUTAS 



15 



de plétora, aneurisma y esquinencia 
para ahuyentarlo, como dicen ellos, 
con rosario y con pócimas amargas, 
yo no pretendo con arengas largas 
disuadir el amor puro y constante 
de solo á sólo, ni romper deseo 
la coyunda que enlaza el Himeneo. 
Sufra el cuello magnánimo y lohusto 
su yugo tan pesado como justo, 
y evitará el horror de mis lecciones; 
mas ¡qué de estorbos, oh Fortuna, pones 
para lograrlo! el áspero dinero 
le falta al uno, al otro la licencia 
del superior ó el padre muy severo. 
^Quién bastará á adornar de resistencia 
para que el otro sufra eternamente 
á una mujer fantástica, insolente, 
que fiada en el lazo indisoluble 
tiranamente usurpa el despotismo 
del hombre, su prudencia despreciando? 
¡De cuántos infortunios libertada 
fuera la humanidad si este contrato 
le anularan violadas condiciones! 
Aunque no permitido, practicado 
vicio que aun hoy ya no es disimulado; 
¡cuántos suspiros, cuántas aflicciones 



16 



FERNÁNDEZ DE MORATIN 



ocultas se acallaran si el recelo 
turbara las seguras posesiones! 
Diera yo entonce inútiles lecciones; 
mas paes el mundo sigue este sistema, 
no hay alguna razón para que tema 
el mío establecer. Sin duda alguna 
fuera mejor que el mundo me creyese 
y su amor cada cual diese á la amada 
para siempre en coyunda muy sagrada, 
ó en castidad purísima viviese; 
¡Castidad! gran virtud que el cielo adora, 
virtud de toda especie destructora, 
y si los brutos y aves la observaran 
comiéramos de viernes todo el año: 
pero, ;por qué abrazar el Himeneo? 
Mucli' s en los demás escarmentados 
le aborrecen tenaces, pues templados 
no son los hombres, ni templarse pueden 
si no quebrantan la naturaleza 
con muy duro y con áspero castigo, 
que es inhumanidad si no es fiereza, 
de la ley natural dogma enemigo 
y no puede haber hombre si es humano 
que lo deje de ser. Con modos feos 
y horrendos, sacia el uno con vil mano 
el brutal apetito á sus deseos; 



ABTE DE LAS PUTAS 



17 



no es falso por no público este crimen, 

ningunos aunque callan de él se eximen. 

Otro incauto en nocturca complacencia 

sin que al sueño hacer pueda resistencia 

despierta humedecido, la blancura 

de la ropa interior contaminada 

sin propio vaso, en fin, desperdiciada 

la sustancia vital capaz de vida: 

y no siendo posible que se impida 

lo que naturaleza á voces clama, 

ya justa ó injustamente, inevitable 

es de amor apagar la ardiente llama. 

Tanto cristiano Demosténes hablaba 

fulminando del pulpito amenazas 

al lascivo; mas ^;qué han adelantado? 

El mundo aun hoy se está como se estaba 

prueba es que sus razones no han bastado. 

Pues, ¿qué delito mi inocente Musa 

comete, cuando á un mal inevitable 

no pudiendo extinguirle, le modera 

la malicia fataP Ya que haya mal 

el modo por lo menos bueno sea 

y hágase bien el mal. Si yo evitara 

tanto dispendio en jóvenes perdidos, 

¡qué felices mis verpos contemplara! 

[cuántos enagenados, mal vendidos, 



18 



FERNÁNDEZ DK MORATIN 



cuantiosos patrimonios mendigando 
se nuran por las patas insaciables! 
Si fuera la dulzura de mi canto 
capaz de impresionar el horj-oroso 
gálico inmundo y su extinción lograse, 
esta si fuera de mi canto hazaña. 
La primer flota que nos trajo á España 
Colón desde las Indias, á quien dieron 
en Ñapóles su nombre los franceses, 
si á lo menos ¡oh Musa! consiguieses 
evitar los escándalos!... Si acaso 
facilitando hacia el burdel el paso 
cerraras las alcobas conyugales 
j las castas purezas virginales 
aseguráras, ¡qué íeliz serias! 
Hubiera quien mis dulces poesías 
notara de impiedad viendo que en ellas 
se asegura el honor do las doncellas. 
Si moderan los gastos excesivos 
que pierden á los jóvenes lascivos, 
y el contagio venéreo se destierra 
de las ardientes ingles, y seguros 
los tálamos nupciales, los futuros 
frutos de bendición esperan ciertos; 
y el infame adulterio aniquilado 
llega en España á ser desconocido, 



ABTE DE LAS PUTAS 



19 



y el escándalo siempre aborrecido 

del cielo, no da ^^a en los ojos castos 

pésimo ejemplo, el daño menor debe 

sufrirse por obviar mayores daños. 

Así el profano Coliseo, el fuerte 

circo para lidiar los bravos toros 

por sólo entretener tantos ociosos, 

con mil casas de juego se consienten. 

Las leyes, la política indulgente 

á los concubinarios dio licencia 

por salvar al consorte el nupcial lecho. 

'Ciudades cultas dan con alto techo 

al público burdel magnificencia 

y las vírgenes castas y matronas 

^on no invadido honor cruzan las calles, 

y así ¡ohl cualquiera que el perderte abona, 

la sacra inmensidad de la nobleza 

no profanes sacrilego, atrevido, 

vuelve á mi verso el lujurioso oído, 

que en él se encuentra el lupanar inmundo 

que por escrito á tu lascivia fundo. 

Y no pienses que invento estas maldades; 

de tí son aprendidas; no que lo hagas 

te mando, sino escribo lo que haces 

y acaso encontrará la incontinencia 

de ambos sexos remedio al informarse 



20 



FERNÁNDEZ DE MORATJN 



de la astucia, del dolo y la impudencia 

que recíprocamente en engañarse 

practican unos y otros, y es posible 

que así fuese la enmienda conse^uible, 

y todos conociéndose se teman 

y se aborrezcan y se enmiende el mundo: 

mas ya tocado de un pesar profundo 

mi crédito en balanzas considero; 

me juzgas un perdido putañero 

pues del arte y las putas doy noticia. 

La consideración ni la justicia 

no engendra tal concepto, es hijo espúrea 

del satírico humor de tu malicia; 

ni es el escrito indicio de la mente, 

con modesta conducta y recta vida, 

mi Musa es juguetona y divertida; 

Virgilio así y Homero el excelente 

hubieran sido atroces y guerreros 

las armas y las cóleras cantando; 

ni el nombrar son indicios verdaderos 

del tratarla persona. De Alejandro, 

Curcio, su historiador no vió el semblante;: 

no es maravilla que mi Musa cante 

un arte al parecer de los peores; 

maldades se han escrito bien mayores 

de todos aplaudidas. Uno escribe 

en el arte espantoso de la guerra 



ARTE DE LAS PUTAS 



21 



preceptos de asolar toda la tierra, 

pernicioso y horrible á los humanos, 

otro pretende habilitar las manos 

6n fundir el metal de ios cañones 

para derribar hombres d millones 

y alcázares que el tiempo no lo haría 

al trueno de la horrenda artillería. 

El arte de verter la sangre humana 

con la espada fatal es aprendido 

de Príncipes y grandes, y es leído 

^1 libro de políticas aleves 

para oprimir la libertad del pueblo 

sin que él lo advierta. Son mucho más leves 

mis delitos:~iio incito asolamientos, 

destrucciones ni muertes horrorosas, 

sólo facilitar las deleitosas 

complacencias de amor inescnsables 

por modos á ninguno imaginables 

solicito y del arte meretricio 

pretendo por mi astucia y mi desvelo 

ser nuevo Tiphis y otro Machiavelo. 

Y no defenderé que bueno sea, 

mas solo se que los insignes hombres 

qvLQ fueron inclinados lo siguieron 

y los que fueron frios no lo hicieron; 

y no es virtud dejar lo que no gusta. 



22 



FERNÁNDEZ DE MORATIN 



Unos van al Peñón, otros se dejan 

llevar hasta Manila desterrados: 

Los brutos quieren ser despedazados 

primero que ceder este derecho. 

La malicia y la envidia sólo han hecho 

este vicio el mayor de las maldades 

mas ¡cuánto son peor las falsedades, 

hurtos, ingratitud y tiranía!; 

y esto se pasa y aun aplaude hoy día. 

Por ceremonia sólo no nombramos 

lo que hacemos: verás una casada 

que primero dirá mil impiedades 

que aquello que hace más y más le agradaf 

y piensa injusta una mujer honrada 

que con ser fria, lícito le es todo; 

y no piensan los hombres de otro modo; 

pues muchos hallarás que sin empacho 

se alaban de matar (acción horrible) 

y no osarán decir que han engendrado. 

Una sola manera se ha encontrado 

de hacer los hombres; mas de deshacerlos 

¡cuántas industrias inventó la muerte! 

y el instrumento que los mata fuerte 

vapor gala y blasón pendiente al lado 

y el que los hace, oculto y deshonrado; 

y los hombres inicuos dan laureles 



ARTE DE LAS PUTAS 



23 



al que mata á un millón de sns hermanos 

y deshonran al que ama las mujeres. 

¡Cuánto es mejor, ó cuanto menos malo, 

que el grande Motezuma á tres mil de ellas 

en hamacas gozó sus miembros bellos 

que no que el fiero Escanderbek matase 

con su alfanje espantoso tres mil de ellosl 

¡Ojalá que los hombres no forniquen, 

si esto es posible, mas si no hay remedio 

ojalá que los vicios se limiten 

á este solo; perezcan los traidores 

alevosos, sin ley, y usurpadores 

y se verá si pierde ó gana el mundo! 

Mas el principio en que mis artes fundo 

¿quién dirá que destruye lo que enseña? 

Oid. A la mujer más pedigüeña 

enseño á no pagar el vil trabajo. 

Si esta lección tomara todo majo, 

obra de caridad sin duda fuera, 

pues cada cual con tanto chasco viera 

que no da utilidad el putaismo, 

sino es hambre, lacerias y el abismo. 

Si hay algún medio de extinguir Jas putas. 

es sólo no pagarlas: mil oficios 

y fábricas insignes se perdieron 

luego que su labor sin premio vieron. 



24 



FERNÁNDEZ DE MORATIN 



Pero si ven que con abrir las piernas 

se abren las duras bolsas y hacen tiernas, 

¿qué han de hacer sino alzar los guardapiesea 

para coger el oro que no caiga 

al suelo, y vergonzosas ó corteses 

procurarse tapar con la camisa 

la cara como algunos santos frailes? 

Las hazañas del fiero Masinisa, 

¿qué son más que delitos execrables? 

César, Mario y Eneas endiosado, 

¿qué fueron sino ilustres malhechores? 

y esto les mereció versos y loores 

que los dioses (si es dable) han envidiado. 

¿A quién mayores daños ha causado 

el Macedón terrible? ¿A la Roxana 

cuando en el lecho oriental la aci*riciaba 

y á la Roina Talistres que buscando , 

le vino para holgarse trece noches, 

ó á Darío, á quien del reino despojado 

causó la muerte, y de otros mil millones, 

y al corpulento Poro que arrogante 

cayó desde su altísimo elefante, 

sin fuerzas y sin reino y sin blasones 

y sin ver más la luz de las estrellas? — 

Hespondan ellos y respondan ellas. 

La inconsideración llama borrones 



AETE DE LAS PUTAS 



25 



de su historia, el querer á las majeres, 

j grandeza matar millares de hombres, 

y el furioso D. Pedro de Castilla, 

fué cruel por matar á D. Fadrique, 

mas no por empreñar á la Padilla. 

Pero si alguno hubiese que replique 

que más valiera ser mi lengua muda, 

que para darla azotes muy crueles, 

no es bien que muestre á Venus tan desnuda, 

sepa no escribo yo contra las leyes. 

Si esto se mira con intención buena, 

en las Cortes de Soria nuestros reyes 

con mantillas de grana distinguieron 

á las putas, y así las permitieron. 

Todas las cosas las perver.sa^ almas 

-corrompen siempre, quítense las fiestas 

•de toros, las devotas romerías 

y los teatros; ¿qué hay en las comedias 

sino disolución? Artes que avisan 

con blandas y alevosas dis reciones 

«1 modo de engañar los corazones. 

¡Oh! ¡cuántas honras destruyó la Puerta 

del Sol!, ¡cuántos escándalos se lloran 

en la profanación de las iglesias! 

¿quién quitar puede todas estas cosas? 

Ni es maravilla que mi verso advierta 



26 



FERNÁNDEZ DE MORATIN 



los riesgos cual los marca el navegante 

por que los huya quien está ignorante^ 

ni el vuelo extrañará de fantasía 

licenciosa tal vez, el que no ignore 

lo que es burla, invención y poesia 

y el que por mal carniao mi arte tome 

eulpa es suya: panales y ponzoña 

salen del jugo de unas mismas flores. 

El cauto caminante y el que roba 

ciñen el lado de la amiga espada 

con intenciones bien diversas todas 

¿Qué hay más útil que el fuego? Mas si trata^ 

alguno quemar templos y ciudades, 

¿qué cosa hay que produzca más maldades? 

¿Temes acaso que las tiernas almas 

pervierta de los niños inocentes 

con mi verso? ¡Ah piedades imprudentes!, 

¡Oh padre de familia vigilante! 

¡oh ayo, quizás sopista é ignorante! 

¿no alejas de su mano delicada 

las tijeras y puntas de cuchillos, 

pistolas y los filos de Toledo, 

no por malas en sí sino por miedo 

de que les dañe lo que luego sirve? 

Pues estas artes enseñar te vedo, 

del mismo modo al pequeñuelo infante- 



ARTE DE I AS PUTAS 



27 



hasta que en la virtud esté ya firme. 

Sábele educar bien y no reduzcas 

á ciertas vanas fórmulas externas 

el nombre de virtud adulterado. 

Al joven, cual se debe, ya educado 

nada le ofenderá, ni ignorar puede 

el uso á cada miembro destinado. 

Si á las artes se inslina, la pintura 

le mostrará los feminales miembros 

haciendo fuerza Andrómeda desnuda. 

El arte del divino Polic^eto 

le enseñará á copiar en ia Academia, 

sin velo ni pudor, la hermosa Venus 

y asi formó el cincel hecho una uva 

al Baco de Aranjnez sobre la cuba. 

Os parecerá horrible ver pintado 

por mis versos un fraile y una monja 

que se están á placer regodeando; 

pues ^cuánto más terrible es ver pintada 

la horrorosa y cruel carnicería 

que en inocentes víctimas se hacía 

por Heredes; las castas compañeras 

con Ursula morir; ó derribada 

del Salvador la estatua, sacrilegios 

atroces del feroz Iconoclasta? 

Y á estas pinturas das honor y precio. 



28 



FERNÁNDEZ DE MORATIN 



Si no es el joven ignorante ó necio 

cómo le enseñarás filosofía, 

y la experimental anatomía, 

y aun la religión misma sin que sepa 

cuánto puede Haber sin ver mis artes? 

las noticias que ¡oh Historiu! nos reparres, 

^son todas para ejemplo? Aquel que lea 

cuántos hombres mataba en la pelea 

Aquiles, el del yelmo empenachado, 

¿por ventura á lo misoao está obligado? 

y el que estudia la infiel Mitología, 

¿no aprende la falsa religión impia? 

^Quién cerrará los inocentes ojos 

del niño cuando mire por las calles 

los perros que se ligan? Verá siempre 

mullir un mismo tálamo á sus padres 

y siempre obrdrá en él naturdeza. 

Mas ^'qué?, ¿llegó á tanto la vileza 

que e propagar la especie fué afrentoso 

comercio? y es preciso y es gustoso; 

¡cuánto mejor que el pernicioso naipe 

no se haga oculto y no dará vergüenza! 

No hay bien alguno que en el mundo venza 

el bien de gozar uno su querida; 

por eso cosa no hay más perseguida 

de la envidia de esotros: y el recelo 



AKTE DE LAS PUTAS 



29- 



de ser de los demás interrumpido, 

fué el origen de hacerlo en lo escondido; 

que no porque ello fuese vergonzoso. 

Asi el niño se oculta receloso 

de la importunación de esotros niños 

á comer solo el dulce que le diste 

sin ser el comer dulce, en si, acción mala; 

y, creedme, que es solo el escondite 

quien cansa la malicia; y así vemo)< 

cuánto al ver una teta, nos movemos, 

de una honesta doncella que la tapa; 

mas las amas de leche nada incitan 

pues la costumbre y aprensión lo salvan;: 

y esto sucede eu las desnudas indias. 

No piense alguno que mi verso enseña 

los vicios; soy espejo, no oficina; 

mi canto avisa, pero no aconseja 

como el teatro; así los sibaritas 

la borrachera hicieron detestable 

embriagando primero á los esclavos, 

viendo sus hijos vicio tan infame! 

Tu lujuria estos versos ha inspirado; 

otros serios canté, no me escuchaste;. 

pues oye, que pensando deleitarte 

doctrina beberás disimulada, 

ó viciosa, pues pura no te agrada; 



.80 



FERNÁNDEZ DE MORATIN 



y asi la rectitud de los Jueces 
neveros no interrumpa mis acentos, 
ni me conde ue hasta cant^ir seis veces, 
y el mundo me dará agradecimiento, 
porque tantos que el tiempo mal emplean 
putean sin saber lo que putean, 
por falta de maestro y de un buen libro 
que enseñe el arte que por piedad solo 
para commn uiilidad escribo 
por evitar absurdos mayormente. 
' Cuando hoy abuudan tantos metodista» 
de estudiar de curar los sabañones 
y otras mil cosas; ¿ha de estar siu reglas, 
-sólo fiada en apurar las tradiciones, 
tan gran ciencia como es la putería? 
No consintiera tal la Musa mía. 
Bien haya el i ri ventor tan excelente 
de un arte en todas formas eminente, 
'tan Util y gustoso, ¿quién sería? 
; ¡qué elogios al saberlo yo le haría! 
Mas, ¿cómo no percibe mi rudeza 
que el autor sólo íuó naturaleza? 
.En la ley natural no fue delito 
ser los hombres más justos putañeros, 
.ni tuvo entonces tasa el apetito. 
iDel padre Abraham las venerables canas 



ARTE L>E LAS PUTAS 



31 



con la mulata Agar reverdecieron, 
y Jacob satisfizo á ambas hermanas 
y el justo Loth, después de bien bebido, 
de Segor en los senos más secretos 
hizo á sus hijas madres de sus nietos. 
Del santo rey David violó el serrallo 
el miembro de Absalón. Tampoco calió 
de Salomón científico, la ciencia 
en elegir muchachas empleada. 
De la profana historia no se añada 
ejemplar que sobre esto nada prueba. 
Apenas héroe en letras y armas grande 
se halla á las meretrices no inclinado, 
ni es maravilla. ¿Dónde se ha inventado 
conveniencia mayor que el putaismo? 
Cada cual lo contemple por si mismo. 
Enciéndese la sangre recaliente 
en un joven robusto y muy ardiente; 
en un vie)o, en un clérigo ó en un fraile 
y esprimiendo la pringue á los riñones, 
baja por sutilísimas canales 
á esponjar los pendientes compañones, 
los músculos flexibles extendiendo^, 
y el instrumento humano entumeciendo, 
.hasta el ombligo se levanta hinchado, 
del semen abundante retesta lo, 



32 



FERNÁNDEZ DE MORATIN 



que, reventando por salir, comprueba 

ser venenoso estando detenido, 

según el docto Hipócrates decía. 

Un hombre en tal afán constituido, 

más que otra cosa á la piedad conmueve; 

predicarle templanza no se debe, 

por ser inútil, ¿dónde, pues, iría? 

Aun cuando fuese justo que invadiese 

las mujeres honradas, ¿hallaría 

quien su gula carnal satisfaciese 

¿Y habrá caritativa providencia 

mejor que el encontrar una muchacha? 

que á su gusto le dé pronta licencia,^ 

sin costarle millaras de pisadas, 

postes, suspiros, lágrimas, ternezas, 

escrúpulos, regalos y paseos, 

estar al tocador todos los días 

y la noche pasarla en galanteos, 

y rematar por fin de estas porfías 

con que su honor Jes pone impedimento, 

ó en que no hay ocasión, después que el otra 

su gusto ya logró mil veces ciento, 

y todo á costa nada más que un poco 

de dinero, vil precio á tanto gusto? 

No sé por cierto cómo hay quien no deje 

de galantear al modo quijotesco, 



ARTE DE LAS PUTAS 



83 



ni cómo hay españoles que cortejen 

contra el carácter impaciente suyo, 

haciendo noviciado el cabrón aje. 

Que no es muy malo el putear arguyo, 

por más que griten mil Matusalenes 

con arrugada frente y blancas sienes, 

porque ellos ya no puedan; sus razones 

no dan más fuerza, imposible es darla; 

dignas de risa son sus opiniones; 

ya el tiempo se acabó en que se creía 

á un viejo cualquier cosa que decía 

sin más exámen; ya se ha desterrado 

de las aulas la hipótesis; se niega 

lo que se ve si no está demostrado. 

Juzga el mundo en común que el ansia ciega 

de murmurar, de amonte nar tesoros, 

de ser de un corazón inexorable, 

no es maldad, ó que es más abominable 

el fornicar el hombre una mozuela. 

¡Oh, autores viles de perversa escuela, 

que fundáis la virtud en abstenerse 

de una cosa precisa y no dañosa! 

Mas, ^cómo el daño dejará de verse 

del infame político arbitrista 

y otros dignos de injuriosa lista^ 

No son los majos, no, tan perniciosos, 



34 



FERNÁNDEZ BK M GRATIN 



ni tienen que afrentarse de su vicio: 

el derramar la orina, el mismo oficio 

viene á ser casi y con la propia cosa 

y á nadie afrenta acción que es tan forzosa; 

y esotro, ser en público debiera, 

si el mundo como yo inocente fuera 

y la modestia, al fin, no lo extrañara. 

El Diógenes filósofo de rara 

penetración, así pensó prudente, 

mil veces la ]Í! terna reluciente 

arrimó á un lado con que de día un hombre 

buscaba y no le halló entre tanta gente; 

y á la primer muchaclia que encontraba, 

cou franca y muy marcial filosofía 

en medio de una plaza l-a. tendía, 

y soltando los anchos zaraguillos 

se alzó las respetables sopalandas 

y sin gastar respuestas ni demandas, 

con experimental filosofía, 

si activa ó si pasiva concurría 

á la generación la hembra, quiso 

indagar; mas turbóse de improviso, 

viniéndole temblores y esperezos; 

y al darla ansioso desdentados besos, 

las blancas barbas de babazas llenas, 

ni aun la dejaban respirar apenas, 



ARTE DE LAS PUTAS 



36 



y el bellaco filósofo apretaba. 

Toda Atenas atenta le miraba, 

y el vil pueblo ignorante y religioso 

y el Areópago se escandalizaba, 

y el sabio así amolando como estaba 

sin sacarlo alzó el rostro y dijo: ¡oh necios! 

no os admiréis con risas y desprecios, 

que cosa natural es la que bago, 

y es licito lo que es naturaleza. 

Del hombre solamente la simpleza 

dijo que esto era malo, y otro día 

dirá si se le antoja, que es pecado 

el dormir y el beber; y á fé que habría 

quien escrúpulo hará de haber cenado. 

No estoy yo á los preceptos obligado 

de otro hombre; esto no puede remediarse. 

como el que al vino da en aficionarse; 

y así joh, belitres! no os admiréis de eso, 

pues sólo es malo siendo con exceso: 

jque ha de ser la mujer como la espada 

sólo por precisión ejercitada! 

Si esto es pecar tan dulce y tan preciso, 

vaya el legislador que así lo quiso, 

y al hombre enmienda la naturaleza 

ó modere á la ley tanta aspereza, 

que no hemos de ser menos que los brutos. 



36 



FEKNÁNDEZ DE MORATIN 



Así el del Basto en Ñapóles metía 
en cama de cristales trasparentes 
sus pajes con muchachas diferentes 
y él viéndoles obrar se entretenía. 
No por ejemplos tales los Catones 
me miren mesurados y ceñudos. 
Las doncellas más castas y severas 
por esas calles van, medio desnudos 
los cuerpos, sin pudor, de las rameras, 
y no lo imitan antes detestando 
blasfeman de su vil libertinaje. 
Tú, pues, ¡oh majo! á quien á tal paraje 
condujo ya mi verso, si movido 
en tí se halla el espíritu encendido, 
si estás bien enterado, que mandarle 
á un joven bueno y sano continencia 
es lo mismo que darle la sentencia 
de que no coma ó de que no descoma, 
dos cosas necesarias igualmente; 
Si ya esperezos tu cintura siente, 
volviendo en torno los lascivos ojos 
bufando al respirar como un caballo, 
si el tuyo ya no puedes sujetallo 
y empinándose pierde la obediencia, 
que no hay remedio, y de tu edad florida 
deja que goce, vaya ese nublado 



ARTE DE LAS PUTAS 



37 



donde haya menos mal, ya que es preciso 
descargue en monte inculto ó alta sierra: 
y pues los dogmas que mi canto encierra 
señalan el paraje donde ir debe 
la tempestad que viene amenazando, 
desatácate y vamos empezando. 




CANTO SEGUNDO 



PERO 8Í en tu bolíáillo los doblones 
revientan de apretados y la plata 
con peso preciosísimo le rompe, 
si cuando los calzones desatacas 
se te quedan por grillos con tal peso, 
se alzarán para tí todas las faldas 
de cualquier hembra; inútil es con eso 
para tí mi lección ^ pues sólo trato 
con quien por pobre dice que pleitea 
y pretende comer bueno y barato; 
pues las armas del rey (es cosa extraña), 
más vencen en la bolsa que en campaña. 
Si la simple y feliz naturaleza 



40 



FERNÁNDEZ DE MORATIN 



durara en la inocencia primitiva 
fuera inútil entonces la riqueza. 
Cada cual dió de balde antiguamente 
lo que dió para ser comunicable 
naturaleza, y yendo lentamente 
el interés y la maldad creciendo, 
á trueque de castañas y bellotas 
el amor en las selvas resonantes 
los cuerpos juntó allí de los amantes. 
Mas la codicia femenil á horrendo 
punto llegó: muy mal las ha enseñado 
■el hispano Alejandro de las putas; 
llenólas de oro ya que no de leche, 
y mala obra á los pobres ha causado. 
Tú sigue el ejemplar muy ajustado 
del hijo que no excede de la tasa 
pues dice. *mi alto honor; mi ilustre casa» 
^qué conexión tendrá con su trabajo 
ya la mujer, que ni aun la propia quiere 
sin dádiva especial estar debajo? 
La boca de un amigo á quien quisiere 
más informe, responda: el pobre viejo 
si á su esposa el catalán pellejo 
henchir de algún abate le antojaba 
tanto más cuanto el precio ella ajustaba 
como libra de peras, y no quiso 



ARTE DE LAS PUTAS 



41 



por un cuarto tal vez de diferencia, 
yo que te procuré la conveniencia 
desde el principio, abaratarlo quiero; 
pero es bien sepas la cuestión primero 
aun no resaeJta y tanto ventilada. 
Si voluntario ai uno más le agrada 
y andar á la que salta, otro quería 
encabronarse en amancebamiento; 
pero esto ya es amor, y yo no intento 
de amor cantar la dulce tiranía: 
muy ronca y débil es la musa mía 
para este empeño; en el amor soy Fénix 
mas no cisne en cantarlo; ya el delito 
el músico del Ponto desterrado 
pagó de acometer á lo vedado. 
Yo á las que hartazgo dan al apetito 
me atrevo solamente, y no merezco 
pena, pues no hago más que el Magistrado 
que pues no las extingue, las tolera: 
y así es bien conocerlas como quiera; 
pero el grande arte de la putería 
repri^eba todo amor: sé conmisero, 
tendrás tu corazón y tu dinero 
por tuyo siempre, y el supremo gusto 
de andar catando caldos diferentes 
y probar cuantas mozas van al Prado 



42 



FERNÁNDEZ BE MORATIN 



sin peligro de verte empalagarlo, 
pues siempre salsa fué la diferencia. 
Con lo que una mantener te cuesta 
puedes diferenciar todos los días 
entre las que mantienen otros tontos, 
juzgando ser los únicos actores; 
un desatino es de los mayores 
pensar tapar buracos de pobretas 
golosas de intestinos de braguetas; 
antes por el contrario pensar debes 
cómo puedes hacer que te mantenga 
y que con maña á ser tu esclava venga 
fingiéndote primero el generoso. 
Al lozano rufián la garbancera 
le ofrece así el bolsillo, y la grillera 
que chupó una abundante canon gía 
y ahora consume un duro cada día 
sin el fausto y pagado ei disimulo. 
Seis reales gana para un dormilón espía 
por fingir que la estorba dar de culo 
con cuantos machacar en el mortero 
quieren, y el centinela es el primero. 
Ni te engañe tampoco la que diga 
que es mayor el amor que el apetito, 
y la continuación á aquel obliga. 
Falsas sirenas son, amar no saben 



ARTE DE LAS PUTAS 



45 



sino solo á tu bol&a; está vaciada, 

su amor infame se resuelve en nada. 

Arriba de dos veces no permite 

nuestra arte á una gozar, aunque ella fuera 

la salerosa y chasca Sattirnina, 

á no ser que lo dé por solo gana, 

que entonces no hay peligro si no hay gasto- 

En la primera vez persuadir debes 

que arrastrado al imán de su b9lleza 

entre la multitud qne se tropieza 

de putas en la corte ha muchos días 

que la sigues con ansias y porfías, 

y ella á tales requiebros no enseñada 

riesgo corre de ser pronto embaucada; 

y cuanto amor al cabo de mil veces 

te ha de dar, te dará la vez primera, 

y ofreciendo gran paga mi arte funda 

que hará el último extremo en la segunda. 

Demás que si tú sacias tu apetito, 

¿qué cuidado te da que ella desfogue 

é que guarde la leche para el majo? 

Tú con mayor astucia que trabajo 

se la puedes sacar si te importara. 

Muchas ponderan la excelencia rara 

del encabronamiento qne preserva 

de la infección venérea; son errores 



44 



FERNÁNDEZ DE MORATIN 



del vulgo; estar tal pueden tus humores 

que aunque estés con mujer no galicada 

se corrompa tu linfa de escaldada, 

pues la disposición es^á en nosotros 

y hay á millones experiencias de otros 

que á las gorronas van de las tabernas 

llenas de lancetazos y botanas 

con todo Antón Martín entre las piernas, 

y lo sacan más limpio que una espada. 

La sarna, así la peste y las viruelas 

no se pegan á muchos asistentes. 

y ningún otro lo pegó al primero. 

Debe, pues, el experto putañero 

no dormirse en colchón no conocido; 

por no vivir en esto uno advertido 

le arrimó unas perennes purgaciones 

la Catalana de la calle de Hita. 

Huya el diestro costumbre tan maldita; 

Dé siempre el hurgonazo de pasada, 

á Cándido imitando, el gran torero, 

que por lo pronta es limpia su estocada. 

Tú así del soto á casa ve á atacarte: 

más yo quiero del todo asegurarte, 

facilitando del condón el uso; 

feliz principio á esta artimaña puso 

de un fraile la inventiva, que de un fraile 



ARTE DE LAS PUTAS 



45 



solo, ó del diablo ser invención pudo. 

Iba el reverendísimo cornudo 

ardiente como siempre están los Padres, 

por el arroyo abroñigal al campo 

una tarde de sol del mes de Enero, 

y en un barranco se encontró hecha un cuero 

una de estas grandísimas bribonas 

que piden el dinero arremangadas. 

Del Espíritu Santo á la gran venta 

con las Guardias Valonas hubo ido 

y bebiéndose azumbres más de treinta 

el camino la pobre hub perdido. 

Hallóla el Religioso y enfaldóla 

á precio de dos reales que lo fueron 

de una misa aquel día en la mañana. 

Alzó él sus habitazos cazcarriosos 

presentando un mangual como una torre 

y en vez de una belleza soberana 

se encontró un miembro femenil podrido^ 

lleno de incordios, uno3 reventados 

otros por madurar, otros maduros, 

sobresaliendo el ciítoris llagado, 

sin un labio y pelado á repelones; 

colirios de las séptimas unciones 

con cicatrices, churre y talpapismos; 

de hediondo aliento y corrompido podre: 



46 



FERNÁNDEZ DE MORATIN 



sucio de paiches, gomas y berrugas, 
cuantiosas y abundantes purgaciones, 
que inundaban de peste la entrepierna; 
pringando de materia las arrugas 
de la muy puerca tripa renegrida. 
Quedóse el fraile como si escondida 
vívora hubiera hallado su alpargata, 
haciendo cruces de volverse trata, 
porque el convento no se escandalice 
aunque no hay cirujano que no dice 
que las bubas están en los conventos; 
mas tal era la indómita lujuria 
del sumamente Eeverendo Padre, 
desvirgador mayor de su colegio, 
que discurrió enebrarlo sin injuria 
de su miembro, y quitando prontamente 
de la cabeza astuto la capilla, 
«Si son las bubas multitud viviente 
de insectos minutísimos y tiernos 
como sienten los íísicos modernos, 
porque el mercurio á todo bicho mata, 
la comunicación evitar quiero, 
haciendo escudo de la ropa santa,* 
dijo, y calando á modo de sombrero 
en su bendito miembro la capilla 
íisí lo mete, la pobreta chilla, 



A.RTE DE LAS PUTAS 



47 



no enseñada á tau rígida aspereza. 

Acabó el fraile y ve que se endereza 

la comunidad toda hacia aquel puesto 

y por no dar ejemplo de inmodesto 

se pone la capilla que chorrea 

jabonaTDdo el cerquillo y la corona 

blanco engrudo, simiente de persona. 

Así el gmn D. Quijote en ocasiones 

contra el casco exprimió los requesones 

que el buen Sancho en su yelmo hubo guardado. 

El condón de este modo fué inventado: 

después los sutilísimos ingleses, 

filósofos del siglo, le han pulido, 

y á membrana sutil le han reducido, 

que las almendras le conservan fresco 

con el aceite que destilan dulce; 

y las putas de Londres son multadas 

si no ofrecen bandejas de condones, 

que les hacen venir desde la China, 

y en Montpellier se vend-in á paquetes 

y en las tiendas de Pérez y Geciani, 

si los pagares bien y con secreto 

y por los Secretarios de Embajada, 

que á la nuestra remiten las naciones. 

Mas si acaso pequeñas purgaciones 

destila por desgracia tu ciruelo. 



48 



FERNÁNDEZ DE MOEATIN 



dura abstinencia observa y ten consuelo 

de que arraigarse el mal es imposible 

de una vez tal que llegue á ser temible, 

aunque toda ella fuera de veneno, 

pues los que de ella á estar llegan postrados 

es porque estando malos repitieron 

la fiesta, y más y más se estropearon. 

Los diestros practicantes ya observaron 

del gálico infernal la decadencia; 

no es tanto cual pensó la inadvertencia 

de muchos que se privan de su gusto 

porque imaginan que á cualquiera Daifa 

que lle^^uen á embutirle la azofaifa 

les plasmará de ingleses sabañones; 

con la curiosidad y mis lecciones 

seguro puedes ir á cualquier Tronga; 

ni estrañes que una astucia te proponga 

muy importante, es un taller preciso 

á cualquier oficial, no en alcahuetas 

el crédito aventures y el dinero, 

ni experimentes sus infames tretas, 

que tú alquiles un cuarto es lo que quiero, 

que por caro que esté, será barato; 

allí con gran silencio y gran recato 

llevarás lo que cace^;, y seguro 

fcjin susto gozarás de tus placeres 



ARTE DE LAS PUTAS 



si hombre de fama, ó fraile, ó cura eres, 
y logras sin escándalo tu gupto. 
Pero que yo desimpresione es justo 
de un error: juzgan muchos desatino 
ir á las infelices potajeras 
porque no gastan seda en las basquiñas 
y aljófar ensartado en las pulseras: 
¿tú buscas los adornos ,ó las niñas? 
Sabe elegir, verás que estas ajadas 
en vil plomo, son perlas engastadas, 
y que las de gran rumbo todas fueron 
potajeras pobrísimas primero, 
que dejaron el virgo en Zaragoza 
en la bragueta de un aprendicillo 
ó de un hijo del amo, y desechadas 
deben ser, pues están ya más zurradas. 
Pero advierte, discípulo, que todas 
atribuyen á un duque ó á un arcediano 
la obra de caridad de desvirgarlas, 
y luego añaden que llenó su mano 
de pesos gordos un gran caballero 
por tocarles las tetas ó besarlas. 
Esto es pedir oculto; mas yo quiero 
verte incrédulo ser y miserable; 
pero es preciso que en ademán hable 
tu lengua de creer; de diestro á diestro 



BO 



FKllNÁNDEZ HE MORATIN 



debes juzgarla, y dila que es principio 
de un encabronamiento dilatado, 
y que á ella por solo eso la has buscado. 
Llévala al cuarto y si la ropa ofende 
la vista, ropa fuera y en pelota 
como la borra métela en la cama 
dispuesta para el fin, y muchas veces 
bajo un vestido rústico y villano 
te encontrarás la Venus del Ticiano 
como buen bebedor en mala capa. 
Este gran golpe á un necio se le escapa 
y es el mejor bocado y más seguro. 
Si no ven muselina en la mantilla, 
las alas de la cofia por de fuera, 
y ambos ganchos brillando en la cotilla 
lo escupen: hacen mal, que esta simpleza 
Bolo agrada, más no ha ;e la belleza. 
Así (Dios dé salud á quien lo ha hecho) 
sale un diestro decente por el día, 
y nota los parajes y muchachas 
mejores, y al cerrar la noche iría, 
entre la amiga capa rebujado, 
incógnita la lleva á su telonio 
y hay allí unos batanes del demonio, 
sin peligro de rondas ni patrullas 
obviando el ser seguido hasta la entrada. 



ARTE DE LAS PLTAS 



51 



A mi Musa también decir le agrada 

•dónde hay la provisión más abundante. 

La famosa bodega del Chocante 

y otras muchas están despatarrando 

mil mozas con el néctar dulce y blando 

que da el manchego Baco á sus gaznates. 

La gran casa también es bien que trates 

á quien Jácome Roque dió su nombre, 

j entrando en ella no saldrás para hambre. 

Los barrios del Barquillo y Leganitos, 

Lavapiés bajo y altas Maravillas 

remiten á millares las chiquillas, 

con achaque de limas y avellanas; 

salado pasto á lujuriosas ganas. 

También alrededor de los cuarteles 

rondan los putañeros más noveles 

ias putas mal pagadas de soldados, 

pues en Madrid hay más de cien burdeles 

por no haber uno solo permitido 

como en otras ciudades, que no pierden 

por eso; y tú Madrid nada perdieras, 

antes menos escándalo así dieras. 

Pero, ¿de qué me admiro que en serrallos 

no se gaste el dinero cuando ha habido 

sujeto tan sabiondo qne decía 

•que para nada á la nación servía 



62 



FEliNÁNDKZ DE MOPvATlN 



la Academia Española? Yo á mi cuento 
vuelvo, y no siento el haberme divertido. 
Ni le pesará al chusco haber venido 
debajo de la Real Panadería, 
donde chupando sin cesar cigarros 
los soldados están de infantería: 
vf rá allí á la Morilla á la Mellada, 
y ¡oh Juanita! serás también cantada 
de mis versos; ¡qué chusca estabas antes- 
de haber tantos virotes ablandado, 
que te encajaron de asquerosas bubas 
y en un portal baldada te han dejadol 
A las chicas también que venden uvas 
por las calles, embiste y logra caza 
de la Cebada en la espaciosa plaza, 
al tiempo que ya vaya anocheciendo, 
y allí como dos líos de colchones 
dará sus grandes tetas la Ramona. 
Tu también. Puerta y Puente Toledana,, 
franquear soléis el paso á la Jitana, 
y ella á los concurrentes su persona. 
¿Quién niega de b irdel la gran corona 
á la barranca fiel de Recoletos, 
las Arcas y la Fuente Castellana? 
En el hoyo vi yo á la Perpiñana, 
á vista del camino de Hortaleza 



ARTE DE LAS PUTAS 



53 



plantar nabos con tanta lijereza 
que una tarde arrancó y planto hasta ciento. 
No dejarán tu miembro descontento 
^as camaristas chicas del famoso 
Paseo Verdegay de las Delicias 
la Bosuela, CafMrria y Medio Coñó: 
(Llaman así una moza del trabajo, 
y en verdad que aunqiie chico, él es entero), 
te harán venir el golpe á cuatro vientos, 
Y si de andar te hallares con alientos 
el soto de Luzón, á la Pelada 
te ofrece junto á un árbol recostada. 
No callaré tampoco los nocturnos 
pasatiempos que da tambiéa el Prado, 
Vi clérigos y frailes embozados 
amolar Za Vicenta y la Agiie lilla 
y por los granaderos maltratados. 
Mas sólo con andar toda la villa 
encontrarás remedio en los portales 
desarrugando un poco tu rez milla. 
Supongo que continuo armado sales 
del condón, tu perenne compañero, 
y a^í no ensuciarás los hospitales. 
La calle angosta que frecuentes quiero 
<jon la Ancha á quien su nombre dió Bernarda 
ni en la de Fuencarral has de ser tardo 



54 



FERNÁNDEZ DE MORATIN 



Ó en la que al forastero hace notoria 

de Jacome de Trezzo la memoria. 

Los vecinos que habitan la alta calle 

que acuerda el lugarcillo de Hortaleza, 

están hechos á hallar en sus zaguanes 

cuatro patas á oscuras. Se tropieza 

y se pasa tragando callandito 

envidia y miedo de ambos un poquito. 

De Jerónimo el Magno en la Carrera, 

en la Puerta del Sol toHas las noches, 

y en la calle también de la Montera, 

al son de los chasquidos de los coches 

se enfalda la salada Calesera^ 

la basquiñuela que al revés se pone 

de miedo de emporcarla tantas veces, 

y la Rita, arrugando an mil dobleces 

la mantilla y las sayas que hace almohadasr^. 

aquella á la cabeza, éstas al culo, 

con la una mano y grande disimulo 

te toma los testículos en peso 

y al verte absorto con el rabo tieso 

dirige á tu bolsillo esotra mano 

y de raiz te arranca si no aprietas 

con tus manos las suyas, y sus tetas. 

Y en fin, todo Madrid al ser de noche 

le da á un hombre de bien mil portaleras^ 



AETE DE LAS PUTAS 



65 



y aunque pobres, no gálicos infieras 
que albergan en sus ingles: más seguras 
que las de rumbo son: éstas no tienen 
de Holanda y de Cambray las blancas mudas; 
con todos sus males á los ojos vienen 
sin que oculte el engaño la limpieza, 
pues nada disimula su pobreza- 
mas si ésta le fastidia á tus intentos, 
oye á mi Musa nuevos documentos. 





CANTO TERCERO 



PORQUE según el género de caza 
dispone el cazadar las prevenciones, 
no echa á los fieros lobos los hurones, 
ni dispara á las tímidas alondras 
con balas de cañón de artillería, 
que aquello poco y mucho esto sería, 
y así son menester astucias riueva--^ 
si á la Marcela ó chusca Sinf ovosa 
de tu amor quieres dar líquidas pruebas 
ó á la Isidra que ostenta vanidosa 
por su cotilla aquel gran mar de tetas 
donde la vista en su extensión se pierde 
y mueve tempestad en las braguetas; 



58 



FERNÁNDEZ DE MORATIN 



Ó si echar á perder un trigo verde 

quieres con la Torre^ santificada 

con el miembro del clérigo que espera 

fruto de bendición, encarcelado 

por esto y por hallarse lo guardado; 

6 91 k la Coca 6 Paca la Cochera 

con tu virilidad atragaatarlas 

la garganta de abajo boca arriba; 

ó bien si de la Cándi da muy seria 

te quieres arrastrar por la barriga. 

Vosotras, madre é hija, las Hueveras, 

en mi canto también seréis loadas, 

y no menos vosotras las Canteras 

y la Boma, con morros abultados, 

y el esponjoso empeine muy peludo 

almohadón á los miembros ya cánsalos. 

Ni dejarán mis versos en silencio 

la Antonia de ojos negros, que reciente 

de mi amorosa herida aún se resiente; 

ni á la Marina, ni callar yo quiero 

la Alquiladora que estafó á Talongo, 

no á tí, la escandalosa Policarpa, 

que te hacen más lugar que á un aceitero; 

No puedo menos de aplaudir. Carrasca, 

el acorde vaivén de tu galope, 

ningún miembro por grande te se atasca, 



ARTE DE LAS PUTAS 



59 



íoli Carrasca, blasón de las pobretas, 
de grandes muslos y pequeñas tetas! 
Ni serán de mis Musas, no, cantadas 
la Teresa Mané que ha cuatro días 
salió de Antón Martin de carenarse, 
la lelipa y majísima Nevera^ 
Luisa, Giralda, y tú Caracolera, 
y la Narcisa, célebre gitana, 
y la Carreterofa catalana. 
También la Vinagrera que de gusto 
tanto tiempo sirvió á su señoría; 
pero aunque el arte de la putería 
no tuviera más bien que haberme dado 
la Alejandra una noche en matrimonio^ 
que luego á la mañana fué anulado, 
eternamente yo lo celebrara. 
¡Qué empeine vi, qué pechos y que cara! 
pero dejemos esto, que escribiendo 
solamente, me estoy humedeciendo, 
y ¡oh Pepita Guzmánl á tí me vuelvo. 
A cualquier íraile la flaqueza absuelvo 
de ahorcar por tí los hábitos; disculpa 
tienen los que por tí se estoquearon, 
más no de qu3 los dos no se mataron. 
Primero el astro que á la luz preside 
faltara al cielo, que mi verso olvide 



60 



FERNÁNDEZ DE MORATIN 



joh Bélica! tu gracia y tu belleza; 

miente la fama que á decir empieza 

que es tu amor 8abrosísim.o homicida; 

no es sino capaz de iafuudir vida. 

Las putas mienten con decir que matas, 

Dios guarde al que bien sabe que es mentira. 

Por desacreditarte y comer ellas 

tal voz esparcen; más tus carnes bellas, 

el alto empeine y su penacho bello 

de negro pelo y tu mimado alhago 

embelesa al que logra merecello. 

No lo logró el presbítero taimado 

por más que hizo; rabió de envidia y celos 

te acusó de un delito impune en otras 

y por tu gran presencia, á la Galera 

el baldón le mudó de horrible en fiera, 

donde, aunque allí mil fueron sentenciados, 

fueran muchos, más pocos los forzados. 

Bien sé yo, aunque eres puta, tus virtudes; 

que bien cabe virtud en una puta; 

y así no querrás tú que haga injusticia 

con mi silencio á la Paneta y -Pona 

que por treinta dineros á un viejo 

le entretiene con blanda y dulce risa, 

con genio juguetón, chiste y gracejo, 

que en esto se parece á mi Dorisa. 



AKTE DE L^S PUTAS 



61 



Mas ¿dónde arrebatado haciendo alarde 
del batallón de Venu3 rae transporto? 
.cuál ingenio será que á tanto baste? 
Más fácil fuera al estrellado globo 
contarle los luceros, las arenas, 
al mar que baña desde el Indo al Moro, 
primero que yo cuente las muchachas 
que hay en Madrid; diré de cierto cuántos 
átomos pueblan la región vacía; 
diré primero á cuántos la Relata^ 
antes de ser la reina de las Moras, 
alquiló su peiMona á real de plata. 
¡Oh, cuantas brazas de hondo tiene el coño 
de la Pepa la larga, á quien circunda 
tosco cañaveral de ásperas cerdas!; 
y así no es mucho que en silencio pasé 
aunque no digna de él, á la Casilda 
ni á la Tola., que tiene entre las piernas 
un famoso rincón de apagar hachas; 
á la una y otra hermana Aragonesas^ 
la Paquita Sangiiesa y la Cañota^ 
que lo daba por uvas de su viña; 
á la Tecla y Liarla «jue aún es niña^ 
á la Rafael illa y Micuela^ 
y á la lujuriosísima Fermina^ 
que no repara mucho en el dinero, 



«2 



FERNÁNDEZ DE MOKATIN 



cual otra castellana Mesalina; 
y la Chiquita á quien el Padre Angulo 
le pegó purgaciones en el culo. 
No me olvido de ti, pulida Fausta, 
que apenas á Madrid recién venida 
te pegaron espesas purgaciones 
j escarmentada evitas los varones, 
siendo, cual vieja 6 fea, puñetera; 
y así saliste á fuerza de ejercicio 
la más diestra de todos los humanos: 
y la Frasca^ la Ignacia y la leresa, 
la hermana de la Zurda y la Tadea 
discípula que fué de la Relata 
y su testamentaria la Belona, 
la Iribalda y la célebre Matea, 
la Benita de tetas desiguales, 
Ja CevalJos, baldón de su apellido, 
y otras que si los suyos les preguntas 
tendrás á dicha emparentar con ellas. 
Y Beatriz la de las ingles bellas 
y ojos vivos, el pecho alto y carnoso, 
y en él dos tinajillas del Toboso; 
y la resaladísima Antonieta 
de hambrienta vulva y la Catalineta: 
Ja Matilde y famosa Sacristana 
con el lunar que el muslo la hermosea 



ARTE J)E LAS PUTAS 



cuando la echan á vuelo cual campana; 

la Poderosa del joder apriesa, 

con boca de carmín bañada en risa; 

y la Jacinta del redondo culo, 

Ja Clara, que al nombrarla en mi bragueta 

y en mi miembro infundió tanta lujuria 

cuanto de Clara el sucio nombre encierra: 

la Margarita de abultado chocho, 

que hace creer al majadero Indiano 

que únicamente guarda para él solo. 

Fantástica ha sacado la Felipa 

chupetín de alamares y solapa, 

que á la heroica le cuelga hacia la tripa 

y así pretende aquí ser celebrada 

y á la oreja me ruega por su hija 

porque la den mis versos parroquianos 

á quien vender su imaginario virgo, 

tantas veces vendido; de quien dicen 

que hubo alguna memoria antiguamente. 

La UrsuUta y la Bárbara caliente 

y la Isabel de Ceuta y Anastasia, 

que el placer la trasporta en el coito, 

no merecen aquí ser olvidadas; 

y la hermosa Gertrudis, carpintera 

muy diestra en toda suerte de meneo, 

de cuyo bien nos priva hoy la galera. 



64 



FERNÁNDEZ DE MORATIN 



Ninguna las pasiones de Asmodeo 

supo apagar tan bien como esta dama, 

más graciosa que Venus en la cama 

si al deleite suavísimo convida; 

diga si miento quien la vio dormida. 

Primero faltará de las braguetas 

de los ardientes frailes la lujuria, 

Gertruditas, que te baga tal injuria, 

que te pase en silencio tu poeta. 

Mas no es mi Musa tal que no respeta 

otras mil putas de elevado timbre 

con altos y excelentes tratamientos 

que en altas casas, que en dorados techos, 

en canapés y en tur ?as otomanas 

satisfacen el lánguido apetito 

con pajes, con abates y cortejos, 

ó con el peluquero ó Mayordomo, 

y luego van en sillas sobre el lomo 

de robustos gallegos y asturianos 

tal vez solicitados de sus amas. 

Y aunque digas que llaman á estas damas, 

y las muías de Almagro ó los caballos 

andaluces arrastren sus carrozas, 

lo dan también como las otras mozas, 

al capellán, lacayo ó á un volante. 

Mas si pretendes que mi Musa cante 



ARTE DE L \S PUTAS 



G5 



donde hallarás la célebre cosecha, 

óyeme atento y tú las redes echa. 

En los corvos teatros, cuando oculto 

estés entre la chusma mosquetera, 

de espaldas al magnífico proscenio 

no escuches los delirios recitados 

y podrás registrar la delantera 

que ocupan las que brindan con la suya, 

cuando en los intermedios la sonora 

música rompe y se levantan todas 

y presentan las armas femeniles 

con quiebros y lascivos esperezos. 

Ni evitarás las fiestas varoniles 

de los muy bravos toros de Jarama, 

ardiendo la Canícula en estío, 

cuando al redondo coso el gran gentío 

corre en caballos y en pequeñas jacas 

y ellas en disparados calesines 

y en coches de candongas simón iacas; 

y en la gran calle de Alcalá no cabe 

el pueblo inmenso de la corte hispana: 

y luego que la plaza muy galana 

puesto á lo majo hubieres paseado, 

después que hayan las mozas ya pagado^ 

acomódate cerca: cuesta poco 

celebrar lo que aplaudan , ó bien sea 



66 



FKIÍNÁN' DEZ I>E MOMA TIN 



del fiero Pascual Brey el valor loco, 

ó bien caaudo ©1 Marchante rejonea, 

ó cuando el toro al célebre Gamero 

fulminado y horrendo se dispara, 

y encuentra un monte al tropezar su vara; 

ó si ves que al Mulato ó á Romero, 

de España valerosos gladiadores, 

dignos del circo de la antigua Roma, 

celebrar tremolando su pañuelo, 

cuando aguardan á pie Con el estoque 

al bravo toro que á sus piés le tienden, 

tocan clarines, suena la ancha plaza 

y mil aplausos las esferas hienden, 

tú sigue el voto de la más cercana, 

j las naranjas son allí un regalo 

y cuesta poco un búcaro con agua. 

Sigúela á casa, y siempre evitaría 

6l triste encuentro de botillería. 

Así ¡oh, memoria! deja de agraviarme, 

me aficioné de aquella fementida 

de cuyo nombre no quiero acordarme. 

Pero ya Venus de mi oreja asida 

á acompañarte ¡oh, joven! me molesta 

que acudas al hermoso anfiteatro, 

donde el nocturno pasatiempo y fiesta 

nos da el gran baile en máscara y reluce 



AKTE DE LAS PUTAS 



67 



^1 soberbio salón iluminado 

y el ostentoso fausto y la opulencia 

de ropajes costosos y disfraces 

de cuantas gentes con su imperio abarca 

de Oriente á ocaso el español monarca; 

y ambos coros de música alternando 

incitan á pisar con libre planta 

al son acorde de entablado suelo. 

Allí Venus amiga con anhelo 

inflama los ardientes corazones 

ó al movimiento trémulo del baile 

ó por los espaciosos corredores, 

y, al oculto favor de la careta, 

Venus infunde persuasivas voces; 

Venus cualquiera máscara suspira 

j Venus todo el ámbito respira. 

Mas solo en este lance han de valerte 

los pasos de Sintet, no los dineros, 

que aquí en guardarlos has de ser muy fuerte; 

y así deja que esotros majaderos 

lleven pareja y háganla vestidos, 

y huye tú de las mesas abundantes 

con espléndidas cenas de Luculo, 

y los refrescos que congela el nitro 

«n las garapiñeras de Penase. 

Al diestro putañero un solo vaso 



68 



FERNÁNDEZ DE MORATIN 



de agua fría, á lo más le es permitido 
para poder fingirse el generoso, 
convidando con él por la mañana 
cuando ya se apodera la gal vana 
de los cansados miembros, y la sombra 
desciende á nuestros Indios despeñada. 
Entonces, lo-? cerebros calentados 
con el licor de Baco, en cieu botellas 
diferentes bebido, ya no cuidan 
de sus parejas muchos ricos viejos 
agobiados del hueño y el catarro- 
Muestre entonces el diestro su desgarro 
y embracílese al punto con la moza 
y no la deje hasta saber su casa; 
y esto lo observe en todas ocasiones 
pues de no hacerlo, á chascos mil te expone» 
no sabiendo las casas y guaridas 
y se da el golpe en vago, indigna afrenta 
del putañero que leyó mis versos. 
Y también que concurras me contenta 
á ver á Clemesón por un alhambre, 
como por la calle Ancha ó el Camino 
de Aranjuez, pasear (¡cosa admirable!) 
y á ver los brincos por los aires vanos 
que dan los volatines valencianos. 
Pero, ¿cuál verso habrá que cantar pueda 



ARTE DE LAS PUTAS 



69 



todas las fiestas y concursos todos 

de la corte feliz de las Españas? 

San Antón, Sebastián y Blas son días 

que llaman en la corte de trapillo, 

©1 del Angel y al sol todo el invierno 

y en el verano hay otros de Sotillo. 

Hierve la corte el Carnaval en bailes 

y abunda la Cuaresma de sermones, 

ni por qué callaré las procesiones 

que todo el año la devota Mantua 

hace supersticiosa en quien se mira 

profanación del culto y al desuello 

y hace la religión prostituida 

en desdoro y al vil libertinaje 

nuevo aliento te da la hipocresía. 

]0h, noche alegre de San Juan! ¡Oh, dial 

¡oh, día y noche de San Pedro! ¡Oh, cruces 

Mayas del Avapiés! Bailes festivos: 

estaréis siempre por mis versos vivos; 

Ni callaré los deliciosos baños 

del río, á los que van en calesines, 

y en la calle también de los Jardines: 

también las noches del Agosto ardient* 

á Atocha y Santa Bárbara convida 

la devoción, supersticiosa gente, 

por quien Madrid á Roma ya no envidia 



70 



FERNÁNDEZ DE MORATIN 



de SU gran Vona la nocturna fiesta, 
cuando, al fingirse cantarína honesta, 
Clodio con maña le introdujo el miembro 
más grande que los dos an ti- catones. 
¡Oh, ferias peligrosas! ¡qué ocasiones 
que dáis al astutísimo putero 
de mostrarse filósofo, gastando 
promesas, y guardando su dinero! 
Por este tiempo, es solamente cuando 
es útil el romper las amistades, 
y aunque prometas liberalidades 
sin ganas de cumplirlas, no te asombres 
que hallándote una puta te de el nombre 
de traidor y alevoso; una corona 
te pone cuando ves que te baldona; 
teme obrar mal con las ilustres almas; 
pero de aquestas bajas y vendibles 
ser reprendido da laurel y palmas. 
Mas porque putas hay tan imposibles 
al parecer; (que en realidad ninguna 
hallarás imposible ni áun difícil) 
porque al hacer valer la mercancía 
pretenden ser rogadas, y el putero 
no ha de gastar ni tiempo ni dinero,, 
más que comer, entonces son precisas 
las alcahuetas de rosario en mano 



ARTE DE LAS PLATAS 



71 



que hacen novenas y oyen muchas misas. 

Estas te ponen el camino llano 

sino quieres cansarte en ir con ruegos 

á Mariquita Cárdenas, ó acaso 

á la Pepa Gnzman, esc atimosa; 

ó si meter pretendes el cilindro 

en el coño candeal de la P i tona, 

ó la que vive éntrente de la puerta 

del que mató al dragón llamado Araña, 

de la mujer del médico, ó si quieres 

fecundar el ovario á doña Jorja, 

ó la sobrina del prior Gutiérrez, • 

ó las mujeres de los empleados 

en rentas, oficinas y otras plazas 

de mucha vanidad y pocos cuartos, 

ó á la hija hermosa del hidalgo pobre, 

que rabia por ser rico; ó bien si intentas 

que de teatral Venus te atiborren, 

cómicas, bailarinas y cantoras, 

pues aunque los estímulos socorren 

del árbol braguetal, todas presumen 

de vírgenes Dianas cazadoras. 

Ni ¿por qué callaré de altas señoras 

la flaqueza tan mal disimulada 

que á la puerta de un templo, abandonada 

á pajes y cocheros la carroza, 



72 



FERNÁNDEZ DE MORATIN 



sale por la otra puerta bien tapada 

á hacer por dónde adquiera una coroza 

la tía Estefanía que en su casa 

tiene ya el tierno Adonis prevenido, 

que quizás es un lego, que es tenido 

en opinión de santo, porque trata 

las Ducas tú por tú, las manosea, 

las despide y recibe sus criadas, 

las da á besar el hábito y las tienta 

las tetas con sus manos mamilares. 

A los frailes también, si les pagares 

en tabaco, en pañuelos ó dinero, 

alcahuetes harás con advertencia 

que obligarán á dártelo en conciencia. 

Facilitan los pobres del Hospicio 

los virgos de las mozas de servicio 

y las horcajaduras de las amas. 

¡Oh! ¡cuánto siento de soberbias damas 

dadivosas, callar el alto nombre! 

mas ¿qué cristiano hal rá que no se asombre 

de su influjo indignado, y que no tema, 

por decir la verdad, la verdad pura, 

ver las murallas de la antigua Ceuta.^ 

y es fuerte cosa que libertad haya 

en unos para obrar lo que les place, 

malo ó bueno, y en otros es delito 



ARTE DE LAS PUTAS 



73 



gimplemeiite decir lo que ellos hacen. 
Mas ya lo anuncia la parlera fama 
impunemento y ella lia publicado 
cómo para atrapar á la Bohona, 
mujer del Alejandro de las putas, 
86 valió un campeón de Ja Pe poní, 
para dar al maestro cuchilkda 
y que pague con unos tantos cuernos 
pues nadie puso más en este mundo. 
jOh, gran Pepona, de saber profundo; 
grande en tu oficio! deja que repita 
para instrucción y norma de alcahuetas 
la alta respuesta que á mi cargo diste, 
dignas palabras de grabarse en bronce. 
«Hijo, me dice un día, que á las once 
quedó citada en la espaciosa lonja 
de Trinitarios: hijo, está perdida 
la putería; apenas lo creyera, 
;quión en mi mocedad me lo dijera? 
En consecuencia del encargo tuyo 
hice, cual suelo, vivas diligencias, 
que, ó no admitir la comisión honrada, 
ó debemos hacerlas en conciencia, 
y donde no, restituir la paga, 
mas pocas hay de proceder tan justo. 
Yo, como sabes ya, se bien tu gusto, 



74 FERNÁNDEZ DE MORATIN 



que por larga experiencia só servirte;^ 

y á fé de honrada no sabré decirte 

cuánto afané por una buena moza. 

El parador del Sol, de Zaragoza, 

y Barcelona, y parador de Ocaña, 

todo lo andave; que es donde se goza 

del género 4 Madrid recién venido, 

porque lo antiguo todo está podrido; 

y allí tengo yo espías sobornadas 

que me avisan del género que vieuf; 

pero ni en cuantos conventillos tiene 

todo Madrid, hallé un solo bocado 

tal que pueda llamarse delicado; 

pues no le hay en el día ¡oh, tiempo infame! 

que no pueden ser putas ni alcahuetas 

las mujeres do bien, y yo no quiero 

engañar á quien gasta su dinero 

como doña Leonor, que la ojalera 

quebrantó y veinte vainas sufrir hizo 

á la Juanita la Chocolatera. 

las mismas veces la remendó el virgo 

con cal, clara de huevo y otras drogas 

tu barbero Santiago, y la ganancia 

entre los tres partieron: tal está ella, 

que el crédito perdió, nadie la llama, 

y con su habilidad se muere de hambre, 



ARTE DE LAS PUTAS 



75 



que tanto importa el crédito y la fama 

en los otros empleos como en este: 

empleo de experiencia y confianza, 

de que el gusto y salud del común pende. 

Yo, en ñn, como mujer que bien lo entiende, 

(me está mal el decirlo, pero es cierto); 

en buena hora lo diga, Ha cuarenta años 

sirvo á grandes de España y religiosos, 

á señoras y á monjas, y ninguna 

por mí ha perdido, aunque sufrí seis vece» 

mitras, encierros, troncho, burro y plumas 

pero á mi oficio venga quien quisiere 

venga la tía Taya, la Rosana, 

la madre Anica, ó doña Mari-Pérez, 

ó venga la beata santurrona 

alcahueta de clérigos y írailes. 

Pasan de seis mil virgos en la villa 

por mi autoridad deshechos y hechos. 

Niña de teta fué la Celestina, 

pues sé yo más embrollos é ingredientes 

para cien ministerios diferentes; 

pero porque envilece la alabanza 

en boca propia, callo, y sólo digo 

que puf sto que eres tú mi parroquiano 

y no te pagas de apariencias vanas, 

que quieres un buen chocho y un buen culo. 



76 



FERNÁNDEZ DE MORATIN 



tetas y carnes duras, pero sanas, 

para esta tarde espero darte gusto 

que en San Antonio tengo la esperanza 

que aunque mala cristiana, á la hora de esta 

llevo en el cuerpo, (no hay que echarlo á risas) 

once rosarios y catorce misas.» 

Esto me dijo componiendo grave 

las venerables tocas y las canas 

y con gesticulación que infundiría 

al viejo Néstor lujuriosas ganas. 



CANTO CUARTO. 



OH putañero, á quien la musa mía 
condujo á tal altura peregrina 
por muchos rumbos que otros no surcaron, 
no mis buenos propósitos cesaronl 
Aun resta que saber; y si tuviera 
lengua de hierro y voz de cañonazo 
á tan ditícil arte ambas cedieran; 
mas si Apolo á los míseros mortales 
quiso enseñar algo útil por mi labio; 
si mis preceptos y experiencias valen, 
pues lo que son rufianas ya has notado, 
¡con cuáles versos y con qué alabanzas 
te levantara al cielo ta Poeta 
si engañas á la puta y alcahueta! 



78 



FERNÁNDEZ DE MORATIN 



En esto has de estudiar de uoche y día 

que es malo porque quieren que lo sea, 

mas sin ganas no amueles en tu vida 

ni á mujer que esté bien con su marido 

pero tendrás un puesto conocido, 

que es el de los cabrones en la Puerta 

del Sol, de los cabrones consentidos; 

porque debes tener por cosa cierta 

que ninguna mujer puta sería 

«i el cabrón del marido no quisiera. 

La vanidad y la holgazanería 

hacen cabrones, todos estos quieren 

que vayan las mujeres petimetras, 

la pompa y el fantástico aparato 

más de lo qae á su clase corresponde, 

ellos no cuidan cómo ni de dónde 

vinieron á su mesa las vajillas, 

los vinos y manjares no comprados. 

Y aunque oigas que blasonan muy de honrado» 

y que ellos hablan mal de otros cabrones, 

haciendo el ladrón fiel, tú no lo creas; 

dignos son de silbidos, de rejones, 

porque dicen, y acaso en ello aciertan, 

que no son los cabrones los casados 

que gozan sus mujeres tributarias 

.sin más pena que ser disimulados: 



ARTE DE LAS PUTAS 



79 



que los cabrones son los que las pagan 
después de bien sobadas del marido; 
que aun siendo un menestral obscurecido 
le hace antesala un grande su vasallo, 
le tributa y se esmera en agradallo, 
para lograr con susto y á gran precio 
los heces que á su vicio le han sobrado. 
Hay varias clases de estos picarones; 
unos del pueblo y otros que se juzgan 
del solar de los godos descendientes, 
porque los cuernos son como los dientes 
que duelen al salir, pero en llegando 
€0n ellos á comer, los quieren todos: 
mas la madera que se cría andando 
la peinan muchos por diversos modos, 
y es tan cabrón el que es cabrón de cuernoi 
<}omo el magnate con sus cuernos de oro. 
Por eso hombres verás como camellos 
que apreciarás tratar con sus mujeres 
á todas horas, más que no con ellos, 
y si por dar lugar á los quehaceres 
de la consorte, salen á la Puerta 
del Sol, para hacer tiempo, y á su casa 
vuelven tosiendo á la hora que conciertan, 
dignos de que las iras se conviertan 
de la justicia, no. contra las pobres 



80 



FEKNÁNDEZ DE MORATIN 



mujeres, pues la culpa suya ha sido; 
tú, pues tienes ya el puesto conocido 
nótalos, y á su casa ve á porfía, 
sin olvidar jamás la economía. 
Suelen los Racioneros andaluces 
comprar esclavas moras á quien hurgan 
entre los borcellares desbarbados; 
las hijas y mujeres de criados 
te harán el mismo efecto, y saber debes 
que es bueno y salir suele más barato; 
y no te olvidarás de las criadas 
tuyas ó agenas, si lograrlas puedes 
para todo lo que hay dentro de casa; 
y agrádete también hechar las redes 
á las fuertes y sanas lugareñas 
que á vender cosas á la corte vienen, 
aunque por lo común son pedigüeñas, 
se contentan con poco; ánimo corto 
tienen, pues temen mucho que se sepa. 
Estas lo dan por interés movidas 
de la confusa multitud validas, 
y van luego á los payos sus maridos 
blasonando de honradas, ponderando 
los vicios de la corte y publicando 
que consiste el ser putas las mujeres 
en llevar más 6 menos alfileres, 



AETE 1)E 'L^S I'UT^S 



81 



en gastar escofieta y no montera, 
como si el ser honesta consistiera 
en vestir bata y seda 6 saya y lana; 
ó si la castidad fuera patana; 
y añaden que los males temporales 
y el pan caro consiste en los pecados 
de las usías de Madrid fatales 
porque á todas el diablo se las lleva 
y no quieren las ánimas que llueva. 
Ya sabe el mundo la perversa gente 
que son los alguaciles y escribanos: 
éstos persiguen á las pobres putas, 
no con deseos de extinguir lo malo, 
pues comen con delitos, y su vida 
pende de hombres sin ley, facinerosos, 
y la santa virtud es su homicida; 
y aunque saben que no es el estafarlas 
medio de corregirlas, pues quedando 
pobres, prosiguen siempre puteando, 
las roban con achaque de enmendarlas. 
Al diestro putañero le permito 
fingirse amigo de esta gran canalla, 
pues valen sus noticias un tesoro. 
Ahorrarás tiempo, males, plata y oro, 
si buscar sabes las recién venidas, 
pues no piden ni baldan, que aun no tienext 

6 



82 



FK]:nÁX|)EZ I>K MOíiATlN 



ni salud ni costumbres corrompidas. 

Así la inimitable Lavenana 

lo dio á un servidor vuestro en dos pesetas 

siendo niña, aun casi doncella y sana 

mas ya que la lujuria cortesana 

se desenfrenó ansiosa y á porfía, 

cada cual por dichoso se tenía 

con llamarse algo padre de sus hijos, 

después de aquellos lances tan prolijos 

que á contarlos el genio me provoca, 

mas la Musa me pone dedo en boca 

después de esto se tuvo por un héroe 

el que logró coger en su entrepierna 

cinco meses de verdes purgaciones, 

á costa de un gran traje y cien doblones. 

Ni ¿por qué callaré las conveniencias 

que trae la noche al diestro putañero? 

Es la aprensión un enemigo fiero 

j no más que aprensión es la hermosura; 

no digo que á mujer de ruin figura 

escudriñes las tubas falopianas; 

mas trueca las hermosas por las sanas; 

y de la amiga noche apadrinado, 

mayormente si son algo garbosas, 

«n tu aprensión figúralas hermosas 

j serán, si lo piensas, hermosuras, 



ARTE DE LAS PUTAS 



83 



que hace milagros el amor á obscuras. 
También he visto yo con muj bonita 
•carántula tapar la fea cara 
á alguna potajera, y de esta suerte 
se hecha á la misma Venus una vaina; 
y quisiera también últimamente 
que conocieras á la Cafetera^ 
utilisima, á Sor Vicenta Puti: 
ésta hace emplastos, aguas y jaropes, 
toca dianas y es buena estafeta 
y lava trapos de las purgaciones; 
pero huye de ella y de sus dos hermanas, 
y su cuñada, que es un podridero, 
y á cualquiera que ven, el miembro agarran 
y están muy diestras en ponerlo tieso, 
y á quien se lo metió luego le plagan. 
Pero si acaso tu salud estragan 
las puercas que lo tienen con gusanos 
y les huele á chotuno en los veranos, 
Urbina, Juan de Dios y Talavera, 
muy experimentados cirujanos 
en inglés de mancebos disolutos, 
te sajarán con delicadas manos; 
y los humazos del vermellón rojo 
las tenaces ladillas desagarran. 
Un cierto aficionado yo conozco, 



84 



FEKNÁNDEZ DE MORATIN 



muchacho muy modesto y bien criado, 
á maestras de niñas muy devoto, 
así que oyó entonar el alabado 
espera á las chicuelas, y en callejas, 
porta.es y escaleras conocidas 
á trueque de alfileres y de ochavos 
muñecas y confites, él las quita 
virguitos sin quejar. La industria alabo 
no al putero á quien la Musa mía 
hizo tan diestro, no le agrade nunca 
fruta sin madurar. Todas las cosas 
tienen su tiempo, y hasta el tercer lustro* 
en perfecta sazón no están las mozas. 
Entonces si que el pecho ya robusto 
la alta teta apretada y bien redonda 
palpitando á compás la mano atrae 
con magnética fuerza, y del mancebo 
lujurioso apetece ser tocada, 
y el empeine carnoso de rizada 
cerda se puebla y ya los gruesos lábios- 
de la vulva se mueven y humedecen 
apeteciendo el miembro masculino 
nupca probado, con extremo y ansia 
cual las botellas de licor, elixir 
que sin tapón su espíritu se exhala, 
<»omo el hambiente estómago apetece 



AETE DE LAS PUT 



85 



los platos exquisitos de viandas. 

, ¿Quién discurriera que el putero debe 

distinguir las naciones y sus genios 

como el gran general que guerras mueve? 

Pues esta industria enseñará mi verso. 

Las mujeres de todo el Universo 

son siempre á mi apetito lisonjeras, 

pero aun los extranjeros anteponen 

las españolas á las extranjeras. 

Una de éstas estaba (y yo no quiero 

decir de qué nacic^n, porque no pierdan 

las naciones por mí) digo que estaba 

con un amigo haciendo aquel negocio 

más digno de atención que hay en el mundo, 

y al tiempo que él con miembro furibundo 

las puntas de los piés y las rodillas 

apretaba, y empeine, y jadeante 

las uñas la clavaba en las costillas, 

la sosa malditísima, tirando 

'estaba al techo huesos de cereza 

sin sentir las cosquillas de la pieza. 

Pero aún en las provincias españolas 

hay sus más y sus menos. Las Castillas 

dan á muy buena pasta las chiquillas, 

y alguna hay tal que á Venus se parece. 

La soberbia Aragón, que resplandece 



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FERNÁNDEZ DE MORATIN 



en armas y varones señalados, 

la corte inunda de robustas mozas 

de lujuria feroz no delicada. 

A mi amigo diestrísimo, no agrada 

el rústico aunque ^ano mujerío 

de lo septentrional de las Españas. 

Las catalauas son putas de oficio 

y manejan el arte hin melindre, 

estas sólo en su figa confiadas 

dejan en la muzada Barcelona 

la calle de San Pedro y la del Vidrio 

y en carromatos sus canales cargan. 

Es fama que un proyecto han ofrecida 

al Ministerio, por el cual se obligan 

á abastecer la corte de pescados 

y carne fresca y sana; y más han dicho- 

que servirán al público barato, 

y con tanto cariño y abundancia 

que no hará falta ni podrá quejarse 

la insaciable lujuria cortesana 

pero ha de ser á Cataluña sola 

con exclusión de las demás provincias 

á quien tal privilegio se conceda 

y cualquier puta que encontrarse puedai. 

sin ser del Principado, sea entregada 

á sus uñas y lengua chapurrada, 



AETE 1»E LAS PUTAS 



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y con tal pacto á tributar se obligan 

mayor farda que un tiempo los judíos. 

Pero las hijas de Madrid que oyeron 

en descrédito suyo y de sus gracias 

tal propuesta, chillaron y dijeron 

que COQ ojos enjutos tal infamia 

no se puede sufrir donde estnn ellas, 

que su fama ha arihido á las estrellas; 

y sabe todo el mando lujurioso 

que ellas son muy mujeres, más ó tanto 

que Frime, ó Venus, Lamia, Thais y Flora; 

que nadie descontento fué hasta ahora 

de entre sus piernas. [Ay, qué se dijera 

de ellas que necesitan del socorro 

de otras putas para una friolera! 

Y el Gobierno, justísimo á su lloro 

mostró blandas orejas no dejando 

que se estanque este ramo de comercia 

cuando todos negocian libremente. 

¡Oh, tierra que el Betis transparente 

de olivas coronada el puerto envía 

de San Lúcar! ¡Oh, noble Andalucía, 

en caballos y puta-? las mejores 

que Sibaris y Chipre jamás vieron! 

Las niñas que en tus límites nacieron^ 

^qué espíritus, qué sales infundiste 



88 



FERNÁNDEZ DE MORATIN 



que tal fuego en el clítoris las diste? 

No creeré que eran putas de otra tierra 

las que hicieron los dioses animales, 

ni que otros conos gn sto tal encierran. 

Del Tartesaniano Betis los cristales 

doraron el cabello á aquella ingrata 

de cuyo nombre no quiero acordarme. 

Mas si mi Mnsa dar preceptos trata 

no olvide el putañero que con Baco 

de Venus los espíritus se inflaman; 

la mezcla de los vinos las aturda; 

¿qué cosa Venus cuidará borracha? 

Y á estas mujeres es pequeña burla 

la violencia, pues no son de colegio 

ningunas doncellitas: broma y bulla 

y botaraterías hacen dos mil veces 

más que no los suspiros y que el ruego; 

tú píllalas y embóscaselo luego 

y de pagar te excusa tu trabajo, 

que nunca paga quien jodio á lo majo. 

Ni ¿por qué ha de costar dinero alguno 

cuando los dos trabajan igualmente 

y entrambos hacen una misma cosa? 

No extrañes que te encargue el ir decente 

mas no el prolijo adorno te afemine 

ni el ungüento tu rostro contamine: 



AKTE DE LAS PUTAS 



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]vayan lejos de mí los hombrezuelos 
que gastan tocador como mujeres, 
y no errarás si putos los dijeres! 
Al hombre le conviene la limpieza, 
y no pase de allí; cierto desgaire, 
desaliño marcial y no afectado 
es lo que á una mujer más ha prendado. 
Pizarro así, extremeño morenote, 
que llevó nuestras armas y banderas 
de la otra parte allá del Océano 
agradó á la Yupangui aunque tenía 
desfigurado el rostro con flechazos. 
No cause á mi discípulo embarazos 
la configuración de las facciones, 
no siendo las mujeres mascarones: 
«con tal que para ostentación no sea 
la que no se ha probado nunca es fea; 
y un carajo de espíritu no debe 
reparar en aquesas frioleras, 
pues son la primer vez todas hermosas. 
Pero aunque tienen almas indomables, 
juventud española, te aconsejo 
que aprendas buenas artes; al dinero 
muchas veces las gracias equivalen. 
De Castro las estatuas sobresalen 
con recomendación para el sujeto; 



90 



FERNÁNDEZ DE MORATIN 



el famoso pincel de Inza en secreto 
lo pide á las muchachas que lo miran. 
Los brincos que los pies lijeros tiran 
de Paco el Boticario, son valuados 
tal vez por pesos duros, bien gastados, 
y predicando va por esas calles 
incontinencia á todas las mujeres, 
mas que algunos con todos sus haberes. 
Dionisio, cuando altivo le pasea 
el caballo galán que se pompea, 
y él parece al reg'rle tan astuto 
que vuelve racional al noble bruto. 
Ni ^por qué callaré al atleta hispano, 
que al desplantarse intrépido ,en el llano 
el tiro velocísimo tendiendo 
ejecuta y no es vista ni aun pensada 
su rápida y prontísima estocada? 

á Carreras, que al son del instrumento 
esmero del famoso Grranadiiio, 
las mozas pára con oído atento? 
¡Oh, Cala, el de Navarra, no te olvido 
que indio, otomano, ó gimn asista griego 
nunca agitaron la veloz pelota 
cual tú las mueves al tocar el suelo 
y las mozas se paran al mirarte! 
Aguarda, que ya voy á celebrarte, 



AETE DE LAS PUTAS 



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retórico y dulcísimo poeta 

ó bien cantes de amor ó bien de Marte 

mientras mi pluma á esta alma esté sujeta 

no dejarán mis versos de alabarte 

á tí y á tu divina poesía. 

jOh! ¡cuántos triunfos la lujuria mía 

debió á esta ciencia! Yo me acuerdo cuandO' 

con mis sonetos, sin pagarla blanca 

los ojos encendí de la Bélica] 

y según yo los iba recitando, 

la incontinente y disoluta hembra 

se iba en pura lujuria electrizando; 

y hasta la madre Luisa, honrada vieja,. 

sintió el antiguo comezón, y el cano 

pendejo asió con tabacales yemas, 

metiendo hasta el nudillo el dedo largo- 

por el conducto que salió tal hija 

veinte años antes; á los hombres todos 

vieras desenroscándose la pija 

revolviéndose á guisa de serpiente 

causando terremoto en los calzones- 

que revientan saltando los botones^ 

y no por mano de aprendiz cosidos^ 

sino de costurera muy prolija 

y un furor uterino los sentidos 

privó á la honesta y venerable anciana^ 



52 FERNÁNDEZ DE MORATIN 



tanto, que asiendo con lasciva gana 

la vela que arrancó del candelero, 

la derritió al calor de su mechero, 

y madre é hija ya sin luz se agarran 

de nosotros frenéticas, impuras; 

lo que pasó después estando á obscuras 

decidlo vos, Piérides, que tanto 

no puedo yo, ni oso, 

pues siento enflaquecer mi débil canto. 

Esto consigue el verso numeroso, 

la elocuencia y divina poesía, 

cualquiera lugar, de noche ó día; 
privilegio á ningunas artes concedí io, 
pues Moya el tirador que cual no ha habido 
otro más diestro en derribar las aves 
más chicas que en el aire están volando, 
no siempre tocar puede la arrojada 
moneda, de un cerbero escopetazo. 
El insigne Fernando, á quien el toro 
le da triunfos, aplausos y apellidos, 
romper varas no puede en un estrado 
•como acostumbra en el clamóse circo, 
sereno, sin mover casi el caballo; 
y él aplaudido con gritar sonoro 
lejos mira la muerte y cerca al toro. 
Y el membrudo y fortísimo Bragazas 



AETE DE LAS PUTAS 



puesto sobre las pates, que tiranrlo 

con Hércules y Céspedes ganara, 

si en gabinete chico muy pintado 

la grande barra de sesenta libras 

con ronco aliento y furia despidiera 

dando la vuelta al musculoso cuerpo, 

aún más que enamorar, estremeciera. 

Pero de Apolo la arte lisonjera 

halló en cualquiera parte proporciones 

en todos los lugares y ocasiones; 

con ella engañarás á las que engañan, 

con ella harás creer que dar intentas 

aún lo que de no dar intención tienes; 

huye frases extrañas y violentas; 

pues ¿quién sino el que está falto de mente 

declamará delante de la amiga? 

Ni tampoco tu boca obscena diga, 

si no es en muy precisa coyuntura, 

jocara, derjOy nesjóco ni ñocOy 

(transposición se llama esta figura;; 

en las dos lenguirtf? madres, ni tampoco 

ignorar sus tres hijas se consie^^te; 

y aunque á Narciso venzas en lo hermoso, 

la hermosura del alma es permanente. 

No fué hermoso, mas fué muy elocuente 

Ulises, el sufrido en los trabajos, 



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FEENÁNDEZ DE MORA TIN 



y la diosa Calipso arder se siente 
^cuantas veces de Troya los asaltos 
Je obligó á repetir Palas, robada, 
Dolon preso y el bárbaro Caballo. 
iEl cirujano y módico las pagan 
con sangrías, visitas, y con purgas; 
el boticario, y aun las artes bajas 
Á trueque de puntadas y zapatos; 
ipero el gran necio que no sabs nada 
.á poder de dinero lo hace todo. 
jOh ricos! No os jactéis con torpe modo, 
de conseguir bellezas que vendidas 
-son á vuestro dinero solamente; 
y ellas luego á la industria aficionadas 
•de mis doctos discípulos os venden 
y es el más tonto aquel que más estafan. 
Y porque conocer al enemigo 
en todo trance es cosa de importancia 
estudia el tono con que el canto quinto 
dnstruye á las resueltas cortesanas. 
Así el gran Pedro el Czar aunque vencido 
en Narva, aprendió el arte de la guerra 
vque enseñó su contrario Carlos doce, 
luego en Pultova su victoria horrenda. 
.Huye tú, pues, de putas que conocen 
ilas artes Moratínicas aleves 



ARTE DE LAS PUTAS 



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€omo de toro ya corrido en Plaza. 

Mas ya mi Musa rematar pretende 

reduciéndolo todo á una palabra. 

Ser pérfidos importa solamente 

y aunque engañes hoy diez mañana veinte, 

tantas putas llovieron á porfía 

que nunca la mitad hubo que hoy día 

y hay donde remudar á todas horas; 

y en pago de mis cláusulas sonoras 

después de descargados los ríñones 

y de haberte atacado los calzones 

dirígete á la puerta francamente 

cortesías haciendo y chanceando, 

prometiendo volver fingidamente 

con presentes grandísimos, y cuando 

en la calle ya estés, marcha á otra parte 

y haz lo propio; y dirás: de tan gran arte 

el gran corsario, el práctico y el diestro, 

«el dulce Moratín, fué mi maestro. 



FIN 



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TIRADA ■ 
DE 

50 EJEMPLARES 



Precio: DIEZ PESETAS